miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Problemas de creación? Póngame un español.

Como ya es sabido por todos, incluso por nuestros amigos franceses que nos acusan de dopaje, el deporte español está en un gran momento. Da igual el deporte que sea o la competición que sea, siempre somos competitivos, aunque no siempre ganemos, pero siempre estamos ahí. Pero si nos centramos en el fútbol, esto es aún más contundente. En el ámbito de las selecciones nacionales estamos arrasando, tanto en la categoría absoluta como en las inferiores. Y en cuanto a clubes, el Barcelona lleva tiempo recibiendo todos los elogios del mundo del fútbol, y ahora se le une el Real Madrid a lo que la mayoría de los aficionados llaman los dos mejores clubes del mundo. Pero no se queda ahí el tema, ya que parece que está de moda fichar españoles y empieza a ser costumbre que estos se conviertan en motores y estrellas de sus equipos, por lo que vamos a centrarnos en una posición, la de mediocentro.



Si se acuerdan de la selección campeona del mundo en Sudáfrica, seguro que se acordarán del juego desplegado en la medular por los Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, etc. Pero este mismo juego fue emulado este pasado verano por las categorías inferiores. Seguramente cualquier equipo del mundo querría tener un centro del campo como el de la sub-21 española con Thiago, Muniaín, Mata, Javi Martínez y Ander Herrera, entre otros. Y no olvidemos el gran papel de la sub-19 con jugadores como Sarabia, Rubén Pardo o Deulofeu llevando la manija. Ambas selecciones fueron campeonas de Europa y recibieron los elogios del panorama internacional. Pese a que cambiaron los jugadores, los entrenadores, los rivales, etc. España nunca perdió su identidad y todos estos equipos jugaron siempre al toque, a tener la posesión y a controlar los partidos. En un fútbol cada vez más globalizado, siguen destacando como grandes potencias de fútbol Europa y Sudamérica, y posiblemente en España tengamos la suerte de estar a medio camino entre ambas. Tenemos el juego, el desorde y el descaro típico del fútbol sudamericano, pero también hemos aprendido de la organización y el rigor táctico europeo.

Si ahora nos centramos en el fútbol de clubes, nos encontramos con varios equipos griegos en los que los españoles se han afincado y convertido en piezas claves. También en Portugal equipos punteros como el Sporting de Lisboa, que se ha reforzado con Capel o Jeffrén, mientras que el Benfica se deja llevar por los goles de Rodrigo o Nolito. Si nos vamos a Alemania, encontramos a un tal Raúl que ha puesto patas arriba la Bundesliga y el Schalke, pero sobretodo acompañado a su llega por Jurado, que aportó bastante luz al centro del campo del Schalke. Seguramente encontrásemos más ejemplos, pero ahora centrémonos en España y en la posición de creación. Nuestros equipos de mitad superior de la tabla son comandados por españoles que están en boca de todos los grandes. En el Villarreal, Borja Valero pone el fútbol que le hace falta al equipo, cuando no está se nota. En Málaga, pese a la llegada de jugadores como Toulalan, el que al final acaba haciendo fluir el juego del equipo es Cazorla con su juego entre líneas. En el Espanyol, equipo que apuesta firmemente por la cantera, tenemos a un 'pelotero' como Javi Márquez. Mientras que en Bilbao Ander Herrera o Muniaín son vitales. Y ahora pensemos en los dos grandes, Madrid y Barcelona. Siempre se habla de Ronaldo o Messi, y es cierto que son dos jugadores por encima de la media, pero en sus equipos también mandan españoles. Al Barcelona, pese a la amplia gama de estrellas que tiene, le cuesta un poquito más moverse sin Xavi o Iniesta, mientras que al Madrid le cuesta mucho crear fútbol sin Xabi Alonso en el centro del campo. Estamos hablando de que la pieza clave de los dos mejores equipos del mundo es un español. Pero si salimos fuera de España pasa algo similar con otros dos grandes conjuntos. Tenemos al millonario City con todos sus jugadores de primer nivel, pero en cambio parece que se ahogan cuando no está David Silva en el campo, lo mismo le ocurre al Chelsea, en un centro del campo con Lampard, Essien, Obi Mikel, Ramires o Meireles, resulta que el fundamental para que el equipo funcione es el pequeño Juanma Mata, y ahora con la inclusión de Oriol Romeu en el Once queda aún más evidente. También el otro grande de la ciudad caminaba de la mano de un español, el Arsenal de Cesc Fábregas, y a su marcha, la mejor solución fue otro español como Mikel Arteta, que ya se ha convertido en el eje del conjunto londinense.



Seguramente nos dejamos otros casos, y con esto tampoco queremos decir que solamente los españoles sepan jugar al fútbol ni crear juego, podríamos poner infinidad de ejemplos de grandes equipos en manos de creadores de otros países y que también están logrando grandes cosas, pero está claro que el fútbol español está de moda. Y ayer el Barcelona con su alineación ante el BATE en un partido de Champions y el repaso que le dió, mandó un mensaje aterrador para Europa: "El fútbol español tiene cuerda para rato". Tampoco podemos olvidar de otros grandes equipos como el Liverpool a la llegada de Fernando Torres, en donde el de Fuenlabrada se convirtió en un ídolo, un Liverpool que aún confía ciegamente en Reina y que está ensalzando a un gran José Enrique, o del Manchester United que se ha encomendado a un chaval como David De Gea para suplir con garantías a toda una leyenda como Van der Sar. Es seguro que el fútbol que practica España ahora mismo es efectivo, y es seguro también que su futuro pinta muy bien, ojalá no nos cansemos nunca de jugar así porque esto es lo que nos está dando tanto éxito.

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